miércoles, 18 de noviembre de 2015

Pan: Viaje a Nunca Jamás

Los adultos que disfrutaron durante su infancia de la película Peter Pan de Disney esperaban con deseo el estreno de Pan. Sin embargo, la precuela de la historia del niño que nunca crecería ha resultado un fiasco en cuanto a recaudación se refiere, ya que es candidata a conseguir el primer puesto de las películas con mayores pérdidas de 2015.

Este filme, dirigido por Joe Wright (Anna Karenina, Orgullo y Prejuicio…), lo tenía todo: un reparto de actores reconocidos, presupuesto, una historia mundialmente conocida sobre la que basarse… No obstante, el hecho de que se trate de un clásico de la literatura, el cine y el teatro ha sido un arma de doble filo. Las películas que narran los antecedentes de otra obra deben ser mínimamente fieles a los datos originales y esto en Pan no ocurre. Estamos de acuerdo con que quieran innovar y elucubrar sobre el pasado de Peter, pero lo que consideramos incorrecto es que haya errores cronológicos. No se puede permitir que sitúen la marcha del protagonista a Nunca Jamás en la Segunda Guerra Mundial cuando la obra de teatro fue creada en 1904. Además, si nos fijamos en la segunda entrega de Peter Pan de Disney, Regreso a nunca jamás, Wendy es adulta y tiene una hija. Cuando la niña va a Nunca Jamás es en la Segunda Guerra Mundial, con lo cual hay un error cronológico. La única excusa que se puede poner es que en Nunca Jamás el tiempo no transcurre igual que en la Tierra, pero tampoco es una quinta dimensión donde se puede jugar con el tiempo y el espacio (al menos no lo especifican) por lo que Peter no pudo ir al pasado a por Wendy.

Existen muchos fallos que pueden ser considerados meros gazapos pero nosotros los vemos muy graves, como que la actriz que interpreta a Tigrilla, Rooney Mara, sea más blanca que los War Boys de Mad Max, ya que su personaje es una chica india futura  jefa de su poblado.

La verdad es que, cuando empieza la película, todos esperamos un momentazo: Hugh Jackman interpretando a Barbanegra, que resulta ser un antagonista muy mal definido y sin ningún momento culmen (aún así Hugh lo hace genial),  excepto cuando entra con la canción Smell Like Teen Spirit de Nirvana. No podíamos habernos decepcionado más con este momento tan esperado… Nos quedamos sin palabras al escuchar la traducción de la canción al español, cuyo resultado era algo más o menos así: Hello, hello, hello, qué bajón. Sin palabras. Después suena la canción más famosa de los Ramones, que no pega nada con la situación, y ahí sí es fiel a la letra sin traducciones ni nada. Nosotros pensamos que en la banda sonora de los piratas se intentó introducir rock de una manera muy forzosa y, al contrario de lo que esperábamos, el resultado fue desastroso.

Pan lo único que tiene de interesante es una frase que dice Barbanegra, en la que da a entender que Nunca Jamás es el cielo de los niños, una idea que ya se insinuaba en la obra original Peter Pan. Además la frase está respaldada por el hecho de que los niños estuvieran en un orfanato durante un bombardeo en el momento en el que marchan a Nunca Jamás.

Pan aparte de contar el origen de Peter pretende hacer lo mismo con Garfio y con la relación de ambos, es decir, explicar cómo los dos acaban siendo enemigos. Nosotros queríamos ver algo como lo que vimos en X-Men: Primera generación con Erik y Charles, pero finalmente (perdón por el spoiler)  no lo explican, dejan todo en el aire como si pretendiesen continuar la historia en una secuela, algo bastante cuestionable después del fracaso de taquilla. Aparecen muchos guiños a la mano del futuro capitán (él cogiendo un garfio, Pan diciendo “tic tac”, los cocodrilos rondándole…) pero al final no ocurre nada.

Pan es sin duda la mayor decepción del año que (esperemos) caerá en el absoluto olvido.


Nuestra nota: 5 

jueves, 12 de noviembre de 2015

Netflix, ¿sí o no?

Netflix por fin ha llegado a España. Es una plataforma digital que permite ver películas y series en cualquier momento y de cualquier forma, es decir,  es como si tener un videoclub en casa.  Su precio no es elevado, ya que por 7,99€ al mes se puede acceder a todos sus servicios, aunque para ver los contenidos en calidad HD la tarifa a pagar es un poco mayor.

Tiene un amplio catálogo de películas y series, pero no tiene todas las series del mundo ni tampoco las películas de estreno, ni siquiera algunas que salieron el año pasado. Poco a poco irá aumentando su oferta en España hasta igualarla con la de Estados Unidos y otros países en los que opera desde hace años. La adquisición de los derechos de productos audiovisuales es muy complicada, con lo cual es comprensible que a Netflix le quede aún mucho camino por recorrer, sobre todo para conseguir las series de HBO o AMC. Las razones por las que estas dos cadenas se resisten a que sus series aparezcan en la plataforma se desconocen. Puede ser que no les beneficie económicamente o bien que opinen igual que Quentin Tarantino, que odia este tipo de servicios, ya que es defensor de los videoclubs y de los formatos físicos. Nosotros también somos partidarios del formato físico, pero en el caso de las series es diferente. En España seguir una serie por televisión se puede convertir en una ardua tarea, puesto que los horarios cambian muchas veces. Netflix nos permite ver una serie cuando se nos antoje y, además, legalmente.

Otro aspecto importante es la legalidad de Netflix. En España la piratería es muy común y no porque queramos descargarnos películas por internet, sino debido al elevado porcentaje de IVA aplicado a la cultura. La semana pasa la fiesta del cine demostró una vez más que el cine es un tema de interés para los españoles y que si los precios bajasen estos lo frecuentarían más.


Creemos que Netflix es una plataforma con muchos puntos fuertes, como su legalidad y precio. Aún le falta mucho por madurar, pero, sin duda, en unos años la mayoría de los "seriéfilos" españoles la utilizarán.

domingo, 1 de noviembre de 2015

El juez

El largometraje se estrenó en 2014, fue dirigido por David Dobkin y protagonizado por Robert Downey Jr. y Robert Duvall. A David Dobkin puede que no le conozcan debido a que esta es su primera película seria, siempre se ha dedicado a comedias de baja calidad, pero empezar con Robert Duvall y Robert Downey Jr es como se dice entrar por la puerta grande. Se trata de un drama que comienza cuando Hank Palmer (Robert Downey Jr.) regresa a su tierra natal, un pueblo de Indiana en el que vive la familia de la que tantos años ha estado desconectado.

Si bien la película ha pasado algo desapercibida por las carteleras, a pesar de estar durante la fiesta del cine del año pasado, tenemos que decir que cuenta con actuaciones brillantes del reparto principal. Los actores consiguen crear la facilidad para que el público empatice con sus personajes. El actor que más destaca es Downey pero también puede ser porque hace de él mismo. Durante la película nos dimos cuenta que la historia del personaje era sumamente parecida a la del actor. Es un actor que ha demostrado que puede realizar películas dramáticas como estas pero, aún así, no llega a ser perfecto porque sigue teniendo ese toque humorístico que creemos que le perseguirá para toda la vida. Con respecto a Duvall, este continúa en su línea, pero sin destacar mucho. Como personaje secundario también destaca Vera Farmiga, aunque su personaje es tan simple que no puede pretender que destaque.

En este clima de reciprocidad entre los personajes y los espectadores también tiene que ver el guion, aunque hay que decir que este ha sido criticado por ser estereotipado y simple. El juicio no es más que una excusa para mostrarnos un drama sobre un padre avergonzado de su hijo y este intentando ganar su aprobación. Además el guion intenta hacer que los dos personajes principales te caigan bien, pero utiliza acontecimientos que son muy estereotipados y forzosos. Sin embargo, sin saber cómo, el guion engancha y crea la necesidad en el público de saber qué pasará al final.

A simple vista, el espectador podría mostrarse un tanto reticente a ver el filme, ya que da la apariencia, al tratar principalmente sobre juicios, de poder resultar tedioso. Sin embargo, esto no es así, ya que se conecta con la trama y conforme avanza se está más interesado por el rumbo que tomarán las vidas de los personajes. Otra cosa que nos echa atrás es su duración de dos horas y media, pero no utilizaríamos la tijera en ningún momento, salvo en el epílogo, que está muy mal planteado e intenta forzar todavía más el final.

Para concluir, advertimos de que este largometraje no es una película sobre juicios donde la emoción está en el veredicto final, sino que se cimienta sobre una relación entre un padre y su hijo. Por ello, consideramos que es un "dramón" familiar camuflado en un drama judicial. Aun así, puede llegar a ser entretenida e incluso recordada durante un tiempo.

Nuestra nota: 7,5